Compra ya tu ejemplar

Lee un fragmento

Sinopsis

Cartas a papá es un libro cargado de inocencia, candidez y pureza. La autora demuestra su sacrificio personal y su espíritu de abnegación día a día con sus cartas escritas con amor y desde el tintero de su corazón. Es un reflejo del cariño de una hija que dejó su título para convertirse en algo más, en un pilar en la vida de su padre.

Sin duda, un claro ejemplo de que, aunque nuestra autora dejó hace tiempo la niñez, jamás se desprendió de las cosas que nunca se olvidan.

PRÓLOGO

Dicen que la inocencia, la candidez y la pureza alcanzan su máximo esplendor en la niñez; son las cosas que nunca se olvidan.
  Cuando somos niños, contemplamos todo desde una óptica totalmente diferente: si sentimos miedo, acudimos a nuestro padre o madre; si estamos contentos, no nos cohibimos de gritar, saltar, chillar y expresar nuestra alegría a los cuatro vientos; si estamos tristes, lloramos sin más; y, cuando queremos a alguien, no nos reprimimos de darle un fuerte abrazo o un sonoro y dulce beso para demostrárselo abierta mente.
  ¡Qué maravillosa es la niñez y la infancia! Lástima que los años pasen y reprimamos a nuestros sentimientos, que el dolor haga mella en nosotros y moldee nuestro carácter hasta convertirlo en un témpano de hielo; y qué lástima que las enfermedades nos ataquen e invadan todos nuestros recuerdos: toda nuestra vida. Que éstas invadan todo, menos las cosas que nunca se olvidan.
  Y esto es lo que sucede con la terrible enfermedad del alzhéimer: que comenzamos a desprendernos de nuestros recuerdos y nuestras cargas mentales: empezamos a desaprender hasta llegar a esa pureza inicial de la que surgimos.
  Cartas a papá es un libro cargado de inocencia, candidez y pureza. La autora demuestra su sacrifi cio personal y su espíritu de abnegación día a día con sus cartas escritas con amor y desde el tintero de su corazón. Es un refl ejo del cariño de una hija que dejó su título para convertirse en algo más, en un pilar en la vida de su padre.
  Sin duda, un claro ejemplo de que, aunque nuestra autora dejó hace tiempo la niñez, jamás se desprendió de las cosas que nunca se olvidan.

Alejandro Herrero
Editor




INTRODUCCIÓN

Mi padre se llama José. Nació en Ceuta el 11 de febrero de 1928.
  Sus padres, José y Milagros, tenían un estatus importante en aquella Ceuta en la que ostentar un alto rango militar, como ocurría en su caso, era sinónimo de relevancia social, sin embargo, eso no implicó que disfrutaran de una situación desahogada en lo económico, pasando dificultades como otras muchas familias en la España de la posguerra. Tuvieron seis hijos: cinco chicas y un chico, mi padre.
  Tuvieron seis hijos: cinco chicas y un chico, mi padre.
  La tradición militar de la familia de mi padre, todos los varones con alta graduación (su padre, su abuelo, su bisabuelo...), se rompió precisamente con él, lo que fue motivo de importantes discusiones y disgustos. Apenas adolescente, mi padre no quiso estudiar. Su padre decidió ingresarle lo antes posible en el ejército, y así lo hizo cuando solo tenía catorce años. Nunca le ayudó, disgustado por su negativa a seguir el camino que le había marcado y que tenía como fi n que llegara a la Academia Militar; de todas formas tampoco tuvo mucho tiempo para cambiar su posición, ya que pocos meses después de su ingreso en el ejército, mi abuelo fallecía.
  Pese a todo, sus recuerdos de la infancia con su familia siempre fueron bonitos y alegres.
  Muy joven conoció a mi madre. Pronto se casaron y celebraron su luna de miel en el cercano Marruecos. Tuvieron tres hijas, María, Pepa y yo. Las tres nacidas en Ceuta.
  Cuando yo tenía solo dos años, toda la familia se trasladó a Madrid. Los principios fueron duros, porque los dos habían dejado a todos sus familiares en Ceuta. Sin embargo, gracias a que mi padre fue un gran trabajador y siempre buscaba nuestro bienestar, nunca nos faltó de nada. Crearon una familia unida y llena de amor.
  Cuando crecimos, mi padre, igual que el suyo en su día, quiso que estudiáramos a toda costa para que tuviéramos un buen futuro, y lo consiguió. Pero, sobre todo, lo que él y mi madre lograron fue inculcarnos el amor y la unión en la familia, algo que nos ha dado fuerzas y nos ha ayudado cada vez que hemos tenido problemas en la vida, y que ahora nos ha servido para vivir la enfermedad de mi padre.
  Agradezco a mis padres el amor y los valores que nos enseñaron y que siempre nos demostraron.
  ¡Gracias papá! ¡Gracias mamá!

Conoce al autor

Feiny Encina

Feiny nació en Ceuta el 2 de enero de 1962. A edad temprana se trasladó a Madrid, donde creció y vivió una infancia feliz, junto a sus padres y sus dos hermanas.
Estudió en el Colegio Saint Dominique, de esta ciudad, lo que despertó en ella un profundo amor por la lengua francesa que continúa hasta el día de hoy, habiéndose titulado en la Escuela Oficial de Idiomas.
Desde muy pequeña se interesó por la literatura, comenzando a escribir en su adolescencia varias novelas.
Cartas a papá es, a día de hoy, su tercer libro. Con anterioridad publicó una novela autobiográfica, Dos Contra Uno (Edimundo –Colección Nostalgia-, 1987), y un cuento infantil A mi tortuga Marina (2003).
El estilo sencillo, sincero y cercano que caracteriza a los anteriores libros de Feiny, y que es un reflejo de su personalidad y sensibilidad, cobra una mayor importancia en Cartas a papá , una obra capaz de conmover al lector desde la primera página.
Actualmente reside en Madrid, junto a su familia, donde, tras el homenaje que ha querido realizar a sus padres con el libro que usted tiene en sus manos, trabaja en su próximo proyecto literario.

Recuerda mientras puedas

Próximos eventos

Galería de fotos

Libro de visitas

Alex el día 07-08-2015
¡Mucho éxito con esta gran obra!

viveLibro es una marca comercial de Zasbook S.L. Consulta las condiciones de uso y nuestra política de privacidad. También puedes visitar viveLibro